La llegada. Hace casi 13 años. Había más espacio en el apartamento nuevo, mi mamá quería una motivación más para caminar regularmente, y yo tenía el viejo sueño de vivir la vida con un pastor alemán. Quién sabe cómo se van anclando en las mentes esos viejos sueños. Unos pasan, unos se realizan, otros se chocan con el avance brutal de los hechos en la vida. Ya en la edad media de la vida entiendo que tantos sueños no se realizan, supongo que la sabiduría estará en cómo tramitar esa frustración. Quizás fue por haber sido parte de la última generación que algo vio de la serie Comisario Rex los fines de semana, antes de la llegada de la televisión por cable. No me acuerdo de la trama, pero sí de la sensación mágica de pensar en cómo sería tener a Rex en la casa, jugando y resolviendo problemas. Era la Colombia de los noventas. También pudo haber sido la herencia de mi papá que, en medio de El Viejo y el Mar de Hemingway y varios libros de Julio Verne, me había dejado en la mesa noche un par de libros de Rin Tin Tin, que leí de niño con la misma fascinación que vería al comisario Rex unos años después.
Hola, Alejandro. Qué bonita historia. Espero que Boban este bien o si falleció, espero que este en un lugar mejor. Que fascinante la manera en que contaste la historia de cómo lo encontraste y su nombre. Yo también tuve un perro y quizá fue por eso mi interés en darle click al titulo y leer su historia. Mi perro se llamaba Douglas y era raza Chow Chow. Por él y por la naturaleza de mi profesión; medicina, me encuentro pensando en la mayoría de mi tiempo acerca de la finitud de la vida y la importancia que tienen estas historias sobre quienes somos y finalmente en como interactuamos con el mundo que nos rodea. Te recomiendo -si lees este mensaje- una película que se llama "After Yang", quizá te guste...
Gracias, Alejandro por esta historia tan hermosa de tu vida. Me llena mucho porque hemos querido mucho a los perros que han llegado por nuestros hijos.
Hola, que linda historia, yo también quisiera tener un pastor alemán en mi hogar, pero de momento no voy a poder tener esta oportunidad. quizás algún día se me cumpla este sueño de poder llevar uno a compartir mi vida con el. He estado leyendo mucho sobre esta raza por eso voy a dejar esta pagina que me ayudo a querer mas este perro. <a href="https://grandesrazasdeperros.com/pastor-aleman/">https://grandesrazasdeperros.com/pastor-aleman/</a>
Hola, Alejandro. Qué bonita historia. Espero que Boban este bien o si falleció, espero que este en un lugar mejor. Que fascinante la manera en que contaste la historia de cómo lo encontraste y su nombre. Yo también tuve un perro y quizá fue por eso mi interés en darle click al titulo y leer su historia. Mi perro se llamaba Douglas y era raza Chow Chow. Por él y por la naturaleza de mi profesión; medicina, me encuentro pensando en la mayoría de mi tiempo acerca de la finitud de la vida y la importancia que tienen estas historias sobre quienes somos y finalmente en como interactuamos con el mundo que nos rodea. Te recomiendo -si lees este mensaje- una película que se llama "After Yang", quizá te guste...
Gracias por leer, Nicolás. Voy a ver la película. Sobre ese tema, escribí esto: https://alejandrofajardo.substack.com/p/la-muerte
Un abrazo, AF.
Gracias, Alejandro por esta historia tan hermosa de tu vida. Me llena mucho porque hemos querido mucho a los perros que han llegado por nuestros hijos.
Hola, que linda historia, yo también quisiera tener un pastor alemán en mi hogar, pero de momento no voy a poder tener esta oportunidad. quizás algún día se me cumpla este sueño de poder llevar uno a compartir mi vida con el. He estado leyendo mucho sobre esta raza por eso voy a dejar esta pagina que me ayudo a querer mas este perro. <a href="https://grandesrazasdeperros.com/pastor-aleman/">https://grandesrazasdeperros.com/pastor-aleman/</a>
Hola Franz, gracias por leer. Espero se te cumpla ese sueño, es una gran experiencia de vida. Un abrazo.